desde el comienzo:
Centros de mesa para una fiesta de Quince Años,
en principio debían debían ser antifaces,
para servir bombones y con un espacio, para encender una vela,
luego, los invitados los usarían para servir copetines.
Lo primero fué estudiar la forma,por eso pensé en cintas torsionadas.
armé una serie de quince,
Secándose, esperando para entrar al horno.
Lo querés? Lo tenés!!!!
pincelitus, pincelitus!!!
conviértelos en super antifacitus!!!!!
Ahora, me siento re felíz, porque ya sé como termina este cuento,
pero en ese momento, previo a la horneada, la verdad es que estaba aterrada,
la fecha de la fiesta estaba demasiado cerca, no había tiempo para fallas, aaaahhhhhhh!!!!
Se podría llamar: Final Feliz!
Cuando destapé el horno, llamé a toda la familia!!!!
Son momentos muy especiales, y está bueno compartirlos.