Las situaciones nos atraviesan,
sin planear, sin resguardo
simplemente las cosas suceden.
Sin demasiado anuncio, y aún envuelta en pura sensación de tener todo claro...
Hay momentos, en que todo se vuelve silencio.
Las prioridades cambian, las rutinas se alteran...
los compromisos en la agenda tienen otras palabras y otros sentidos.
Hay más tiempo y con él más preguntas... Los siento sinónimos.
El momento del año y mi momento interior, no se conocen...
se miran, se acercan, creo que se huelen...
en algún punto, se comprenden...
se dan tiempo,
tratan de sintonizar.
Ambos saben que algo los une.
El interior necesita un abrazo,
el del año mientras lo abraza bien fuerte, le susurra:
-fuerza.