Cuando me preguntan a que me dedico, lógicamente digo: Ceramista. Y la verdad es que hace mucho tiempo que uso esa palabra para presentarme. Creo que me consideraba ceramista desde mucho tiempo antes. Incluso cuando no tenía este taller y hacía cerámica en la mesa del comedor, cuando pensar en tener un horno era solo fantasía.
La mudanza, armar el taller y...
finalmente tener el horno, dió un giro a mi trabajo y me permite experimentar, eso que yo quería hacer, ahora puedo hacerlo!
Estas son imágenes de las primeras horneadas: